Blog de Ignacio Fernández

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martes, 5 de octubre de 2010

Huelga de hambre vs. Folklore

    Miguel, Jorge, José Luis, Severino, Gonzalo, Juan Carlos, Maximino, José Ángel, Manuel y Víctor. Éstos son los nombres de diez trabajadores que a lo largo del mes de septiembre se han mantenido en huelga de hambre en Ponferrada y en Madrid contra los abusos de dos empresarios inmorales y para conquistar un mínimo futuro al sector del carbón. Han sido, pues, diez vidas en riesgo que han aguantado el tipo discreta y humildemente para alcanzar esos objetivos. No han ocupado primeras planas, no han merecido grandes titulares, no les han aplaudido las multitudes ni les han visitado los obispos. Sin embargo, nos merecen respeto y admiración.
Desmontaje en Ponferrada del campamento de la huelga de hambre
    Por el contrario, lo que parece haber triunfado entre la población ha sido una vez más el espectáculo y la frivolidad. Basta atender a las hemerotecas y a otros archivos documentales para confirmarlo. Y es suficiente con releer las noticias del mes pasado para constatar cómo la retórica manipulada ha contribuido a ese efecto. Porque, sin pretender menospreciar ninguna de las acciones llevadas a cabo con motivo del enésimo conflicto del carbón en la provincia leonesa, lamentablemente lo que queda en la memoria individual y publicada no es otra cosa que folklore; a lo cual han contribuido como nadie los medios de comunicación, algunas autoridades locales y los propios mineros. Los primeros convirtiendo la reivindicación laboral en formato de reality show, prescindiendo del más objetivo análisis y entregándose sin más a lo puramente superficial. Los segundos organizando cabalgatas y entonando discursos florales. Los terceros dejándose llevar por la soberbia y la vanidad de una popularidad, que sustituyó ipso facto a las críticas por las barricadas como si nada hubiera ocurrido. Así que a lo que hemos asistido es a una romería, con sus desfiles y sus vírgenes, con sus pendones y sus exhibiciones de cachas y relicarios. Sólo faltaron los vendedores de obleas y de globos de colores. Todo ello coronado –digámoslo con su verdadero nombre- por una auténtica contra-manifestación ilegal y por una ocupación anti-sistema de un espacio público autorizado para el colofón de la huelga general del 29-S.

    De modo que la pregunta clave para contrastar todo lo dicho es muy simple: ¿cuántos de los que salieron a vitorear la marcha minera conocían y reconocían que en Ponferrada y en Madrid diez trabajadores afiliados a CCOO y a UGT se jugaban la vida por el futuro del carbón y por el presente de unas nóminas secuestradas? Ésa es la cuestión.

Publicado en La Crónica de León, 7 octubre 2010 

2 comentarios:

  1. Pues sí, compañeiro, parece ser que los muy matxotes mineros bercianos fanfarroneaban el día 30 en las cuencas (digo, en los bares) por haber puesto a los sindicatos "en su sitio". ¿Y cuál es el suyo? Pronto será no mas un coto de caza, en el mejor de los casos...
    Cómo han cambiado los tiempos desde el "Soy minero" de Antonio Molina...

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  2. En los blogs (sobre todo del Bierzo) en los que he dado mi opinión sobre lo que denominas "Romeria", se suceden los mensajes de mineros, exmineros, hijos de mineros que se averguenzan del comportamiento prepotente e insolidario de estos "compañeros".
    En fin que Victorino y Viloria me metieron al cinto unos cuantos kilometros de "mani" por "Ponfe" para seguir chupando y los "compas" del casco me despreciaron en la "mani" de la "capi"

    Un saludo.

    P.D.: Interesante blog que descubro ahora mismo por un enlace (enlace web, no sindical)

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