Blog de Ignacio Fernández

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sábado, 11 de mayo de 2013

Hey Joe


     Poco, muy poco sabíamos por aquel entonces en estos andurriales sobre el mundo negro. Por no conocer, ni siquiera teníamos al alcance la NBA, y los baloncestistas norteamericanos que llegaban a España y a los que admirábamos resultaban ser pálidos blancos: Ron Taylor, Walter Szczerbiak, Randy Meister, entre otros. El único jugador negro que teníamos a mano era Chicho Sibilio, que había nacido en la República Dominicana. Tampoco el cine, otra fuente de cultura, nos nutría lo suficiente en ese color, pues si exceptuamos las películas de Tarzán, donde los negros jugaban un papel claramente muy secundario, sólo un artista de color gozaba de cierta fama, Sydney Poitier, sobre todo con aquella película tan del gusto salesiano titulada Rebelión en las aulas. Y qué decir del rock, si al fin y al cabo era un mundo dominado por blancos. Así que lo poco que pudimos saber y que nos animó a saber más todavía sobre la música hecha por los negros se lo debemos a Jimi Hendrix.

     “Dejad que viva la vida del modo que quiero hacerlo”, dijo el gurú por aquel entonces en una especia de declaración de intenciones. Qué más queríamos escuchar nosotros, que andábamos también a la búsqueda de nuestra propia identidad, aunque mucho más modestamente. Qué más necesitábamos para idolatrarlo, además de aquella canción iniciática en la fusión entre blues, psicodelia y un poquito de funk. A qué teníamos que esperar para hacerla sonar en el jukebox del barrio y corear todos la misma interrogación repetida en su estribillo: “Hey Joe, ¿a dónde vas a correr? ¿a dónde vas a ir?”.

     Es verdad, Hey Joe contaba una historia trágica acerca de un tipo que huía tras haber asesinado a su mujer, seguramente una historia muy poco correcta, que tenía la virtud no obstante de plantearnos una forma dialogada muy poco o nada escuchada en el cancionero: las formas del blues sin ir más lejos, para las cuales nos fue un punto de partida. A ello se sumaba una melodía lenta, un rock lento también poco o nada habitual, y un ejercicio sobre la guitarra que para sí hubiese querido el Eric Clapton triunfador en aquellos mismos años. Así lo reconocen igualmente críticos y otros sabios de la música como Diego A. Manrique, que apunta de un modo contundente: “Han pasado más de cuarenta años y nadie le ha eclipsado. Es un dato, no una opinión”. Como tampoco se eclipsa su memoria física, bien guardada en un enorme panteón en Seattle, donde había nacido, ni su repertorio discográfico que no cesa de crecer, a pesar de que sus grabaciones se limitaron a un corto espacio de cinco años.

     Hey Joe fue escrita por Billy Roberts y su primera grabación comercial conocida es un disco sencillo de The Leaves en 1965. Hendrix la grabó y editó como single en 1966; posteriormente, la incluyó en la versión americana del álbum «Are you experienced» en 1967. Luego le sucedieron un sinnúmero de versiones: The Byrds, Deep Purple, Patti Smith, Willy DeVille… y hasta Franco Battiato. http://www.youtube.com/watch?v=R-DO8zskzq4

Publicado en genetikarockradi.com, 11 mayo 2013

1 comentario:

  1. ¡Cuánta angustia insoportable irradiaban sus solos de guitarra, tan solo comparables a los solos de saxo de John Coltrane!

    ¿Y que me dices de sus blues?

    Un guitarrista para la eternidad

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