Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

martes, 2 de septiembre de 2014

Al sol


Cuando esta lista de canciones vea la luz habrán pasado ya casi dos meses desde que Rosendo se asomara a la Sierra de Gredos en ese festival que lleva por nombre Músicos en la Naturaleza. Tal vez hayas estado allí o tal vez no. Tal vez hayas podido disfrutar una vez más del directo del de Carabanchel, en esta ocasión como telonero nada menos que de John Fogerty, el de la Creedence. Tal vez incluso en el repertorio del que fuera líder de Leño se haya incluido algún cantable de su último disco, por ejemplo el titulado Cuando… [http://www.youtube.com/watch?v=m50XFzA80Co]. De ser así, le habrás escuchado repetir en su estribillo: “Estoy despierto. / El viento sopla a favor. / Y ha vuelto a salir de nuevo el sol. / Ha salido el sol”.

Bien, el caso es que también se nos ha ido agosto y que, aunque el refrán advirtiera de que se nos venía el frío al rostro, el sol habrá azotado durante todo el mes con el brío que se le supone. Allá por Gredos también te dejó su huella, seguramente, a pesar de que sabes que no te sienta nada bien y que deberías haber echado mano del sombrero. Acabaste con la piel enrojecida y al cabo de unos días pelándote hasta las orejas. Es lo que hay. Los efectos de los rayos solares, desde el infrarrojo hasta el ultravioleta, así como provocan efectos perversos por una sobre-exposición, no han dejado de llamar nuestra atención desde el principio de los tiempos. De hecho, dioses solares andan desperdigados por todas las culturas: desde el egipcio Ra al griego Helios, pasando por el inca Inti, hay toda una extensa representación mitológica que muestra que el sol ha sido siempre un objeto de adoración a lo largo de la historia y de las civilizaciones.

Naturalmente, no podía escapar de ese hechizo el cancionero, que tiene en los astros en general incontables referencias.  Aunque existen antecedentes en otros capítulos de la musicología –O sole mio [http://www.youtube.com/watch?v=d_mLFHLSULw] salta en la memoria de un modo casi automático-, pongamos que el punto inicial de nuestro recorrido es una ópera moderna de espíritu y época hippie, titulada Hair, sobre Vietnam, amores, paces, libertades sexuales y otras drogas; en ella hay una canción clave y hermosa, Let the sunshine in [http://www.youtube.com/watch?v=fhNrqc6yvTU]: “Deja que el sol entre, / que el sol entre”, cantan mientras despega el avión que lleva a las tropas hacia las selvas asiáticas, posiblemente para no regresar nunca de una guerra inútil como todas las guerras.

Por aquellos mismos años sesenta y primeros setenta otros grupos insignes miraban también hacia lo alto y colocaban al sol en sus partituras. Lo hicieron los Beatles, claro, con Here comes the sun [http://www.youtube.com/watch?v=1_uCIR78dg4]; lo hicieron los Cream con Sunshine in your love [http://www.youtube.com/watch?v=HbqQL0J_Vr0]; y en fin, los Doors con Waiting for the sun [http://www.youtube.com/watch?v=A0kypyGSKsE]. Toda una pléyade de genios viendo salir el sol después de “un largo y frío invierno”, aguardándolo “de pie en la orilla de la libertad” o, sencillamente, reconociendo en él “el brillo de tu amor”.

Pero aquella oleada ingenua y naturalista pasó de la misma forma que rota la Tierra en torno al Sol y, aunque pareciera que todo empieza de nuevo con el siguiente amanecer, lo cierto es que nada vuelve a ser igual. En efecto, poco tienen que ver con aquéllas las canciones que en los años siguientes dieron a luz, por ejemplo, Bob Marley con Sun is shining [http://www.youtube.com/watch?v=uHZXvtfFzdE] y mucho menos Rammstein con Sonne [http://www.youtube.com/watch?v=kIBeYoP9Wi0]. En estos casos “todos esperan a la luz” en un mundo entre tinieblas para “levantar nuestras cabezas y orar”. Sí, es cierto, Marley, no obstante, le añade dulzura: “El sol está brillando, el tiempo es hermoso, / hace que quieras mover tus pies bailando”. Aunque para canción solar babosa ninguna como Walking on sunshine [http://www.youtube.com/watch?v=iPUmE-tne5U&feature=kp] de Katrina & The Waves: “Te digo, nene, que quiero que vuelvas, / y quiero que te quedes. / Oh yeah… ahora estoy caminando al sol”.

Vale, pongámonos serios que el tema lo merece. Alrededor del sol, lo mismo que hicieron mitologías y culturas, se ha elevado también una fiebre épico/lírica nada desdeñable. Sin ir más lejos, quien más, quien menos recuerda de sus años escolares aquel canto Al sol de Espronceda [http://es.wikisource.org/wiki/Al_sol_(Espronceda)], si bien no son esos los derroteros por los que se pasea hoy Moderato Cantábile. No, adonde vamos es a Barbara y a Madredeus. “No me importa intentarlo / y no me importa creérmelo, / pero estoy cansada / y el sol está negro. / Perdón por decíroslo, / pero es que esta noche vuelvo / con el corazón magullado / y es la desesperación”, cantaba la primera, tal como era ella misma sin necesidad de ninguna ficción añadida, en Le soleil noir [http://www.youtube.com/watch?v=H4q83aUDfGI]. Por su lado, Teresa Salgueiro, la voz más que espléndida de los portugueses Madredeus, entona en As cores do sol [http://www.youtube.com/watch?v=crnw9IOc3oc&feature=kp]: “Son los colores del sol. / Y estoy encantada / y me siento en el fuego / cuando el día se desvanece / y hay tanto que ver”. Como puede observarse, son haz y envés de las mismas manchas solares.

Y, para terminar, nada como una auténtica tormenta solar, de esas que ocasionan los peores trastornos electromagnéticos. Albert Pla, el inclasificable, dedicó dos canciones, dos verdaderas perturbaciones de la existencia, a esos caprichos de don Lorenzo. Terrible es sin duda El sol en verano [http://www.youtube.com/watch?v=Bl9sk7EbxzY&feature=kp], toda una explosión de crueldad naíf; y  un poco más soportable, en cambio, resulta Insolación [http://www.youtube.com/watch?v=8CTiFP8lx9k], en compañía de Fermín Muguruza, Manolo Kabezabolo y Robe Iniesta, un cuarteto, en suma, capaz de fundir todas las luces, hasta las más naturales, como las del propio sol.

Publicado en Saba 5, septiembre 2014 

No hay comentarios:

Publicar un comentario