Blog de Ignacio Fernández

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domingo, 29 de marzo de 2015

Cohen / Cave


     Decíamos en el capítulo anterior que los tributos a mayor gloria de alguien son mucho más que un producto comercial cuando el sustrato tiene calidad y además es superior, por lo general, al nuevo invento. Lo cual no lo empaña, evidentemente, porque tampoco son arribistas aquellos que se meten en el empeño. Así lo vimos con la obra de Lennon, revisitada por Amnistía Internacional, y así lo vemos ahora con la de Leonard Cohen.

     «Leonard Cohen: I’m your man» es tanto el título de una película como el del disco que recoge su banda sonora. Al cabo la misma cosa. El documental, dirigido por Lian Lunson en 2006, recorre la vida y obra del cantante canadiense, tomando como excusa el concierto que tuvo lugar un año antes en la Opera House de Sydney. Naturalmente, el disco doble recoge la banda sonora de ese concierto, donde aparecen, interpretando de forma más que espléndida canciones de Cohen, Rufus y Martha Wainwright, Jervis Cocker y Beth Orton entre otros. Se cierran disco y película con una aparición al alimón de Leonard y U2 entonando Tower of song.

     Pues bien, uno de los cantables que aparece en versión personal e intransferible, como todas, es I’m your man, canción y álbum que el artista lanzó en 1988, el noveno de su carrera y quizá el que tenga mayor acento pop de toda ella. Cohen venía de lejos, de los años cincuenta como poeta y de los sesenta como cantautor, con un estilo inconfundible en la fusión de letra y música y en el tono eternamente lánguido. De hecho, ni siquiera la presencia de sintetizadores en el disco que nos ocupa conseguía apagar esa quejosa melancolía tan suya. Tanto es así que para algunos el valor de su obra, reconocida incluso con el Premio Príncipe de Asturias, se apaga con la monotonía de sus interpretaciones y agradecen que cobren nueva vida en otras voces y estilos. No es nuestro caso, pero también disfrutamos de las variantes en toda su extensión.

     Y es aquí donde aparece Nick Cave. Este australiano, músico, escritor y actor, participa también de la cualidad de lo oscuro, aunque sus poses han sido siempre mucho más desafiante, ya fuese con sus grupos, ya fuese en solitario. A nadie extrañará, pues, que se apuntara al concierto de Sydney y que en él se marcara una versión mucho más crepuscular y arrastrada de I’m your man. No pierde desde luego ni un ápice del romanticismo original, pero le añade tensión y cinismo para contrariar a todos los embebidos en la lírica coheniana. Y, claro, es otra voz, por más que la suya forme parte también de los acentos graves y opacos.

     En fin, el caso es que la canción sigue viva, muy viva, y sólo hay que reescucharla en los conciertos que Leonard Cohen ofreció con motivo de su retorno forzado a los escenarios, de los que da testimonio el disco «Live in London» en 2009. O, quién sabe, quizá lo hayamos disfrutado en directo gracias a sus giras por España desde esa misma fecha. Somos de esos y todavía no nos hemos recuperado de la emoción.

Publicado en genetikarockradio.com, 30 marzo 2015

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