Blog de Ignacio Fernández

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martes, 22 de septiembre de 2015

En el inicio del curso

     Cierto es que las cifras no explican la realidad por sí solas pero ayudan a comprenderla. Los presupuestos educativos de los últimos años y los que se aventuran para el futuro son por eso una referencia necesaria para conocer mejor el sentido de las políticas aplicadas y para suponer lo que nos espera.

     Sepamos pues que la disminución del presupuesto del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, entre 2009 y 2015, está en el entorno del 25% y que en la actualidad se dedica al gasto educativo un 0’6% del PIB menos que en aquel 2009. Es decir, que las políticas de austeridad adoptadas durante la crisis han provocado una pérdida de equidad como consecuencia de la reducción del gasto público educativo, ya que esa reducción afecta sobre todo a los programas más compensadores desde el punto de vista territorial y personal (Educación Compensatoria) y a los programas de atención al alumnado que cursa enseñanzas de segunda oportunidad (Centros de Educación de Personas Adultas). Nadie debe ignorar que pobreza y gasto social educativo son dos parámetros inversamente proporcionales, por lo que los descensos en el gasto público educativo están suponiendo un incremento en el grado de pobreza de los sectores menos favorecidos: recortes en becas, recortes en ayudas para libros de texto, recortes en comedores escolares y acceso a bienes culturales, etc.

     Mas si este es el balance que hoy se extrae de las estadísticas, nada mejor se intuye si miramos hacia delante. El actual Gobierno se ha comprometido con Bruselas a reducir la inversión educativa al 3,7% del PIB en 2018 por aquello del sagrado déficit, lo que implicará retrotraerlo a niveles previos a 1990, año en el que no había ESO (obligatoria hasta los 16 años) ni Formación Profesional de Grado Medio y Superior ni Educación Infantil. Esta cifra, contemplada en el Programa de Estabilidad 2015/2018, augura un sombrío panorama para la educación española.

     La cuestión final es si se hablará de todo esto en la próxima campaña electoral.

Publicado en La Nueva Crónica, 22 septiembre 2015

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