Blog de Ignacio Fernández

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domingo, 16 de abril de 2017

Parques

     La mirada se torna estrábica ante una actualidad que a veces se muestra caprichosa y contradictoria, pero que ilustra a la perfección esa realidad dual en que vivimos. Ocurrió así al coincidir en los titulares dos acontecimientos que merecen ser contemplados como una unidad bifronte, tal y como fue recogido en casi todos los informativos locales.

     De un lado, se daba cuenta de la inauguración en Cerezales del Condado de la nueva sede, sorprendente en todos los sentidos, de la Fundación que allí asienta sus reales. Se trata de una construcción más que elogiada, bien glosada en estas mismas columnas por autoridades con mayor conocimiento, en consonancia con una trayectoria que dignifica la tarea cultural, la proyecta con maestría y la integra en su entorno con cuidado exquisito.

     De otro, se anunciaba que el Ayuntamiento de León estudia construir un parque acuático en la Palomera, para lo cual se adjudicaría a una empresa la obra y explotación del centro de ocio. Y lo explicaban como si en ello hubiera un sello innovador para la ciudad, incluso un atractivo para propios y extraños que habrán de maravillarse entre piscinas y toboganes.

     Son, como decimos, dos modos de diseñar la actualidad que nos envuelve, no tan alejados en la geografía como en la intención o en la ideología que los anima. En suma, lo que se quiere para una ciudadanía a la que se presta un servicio, la cultura o el ocio, para lo cual se articulan las políticas tanto públicas como privadas. Resolverlo es una cuestión de prioridades y de criterio.

     Porque no fue una casualidad la coincidencia temporal de ambas noticias. Es el estrabismo al que nos obliga nuestro existir cotidiano, que no es la peor enfermedad que sufren nuestros ojos. Hay quien ve directamente espejismos y nos los presenta como realidades para que todos creamos que en los parques está el futuro. A pesar incluso de las alertas sobre una sequía histórica que hace temblar regadíos y otros abastecimientos urbanos. En fin, ¡viva la orgía líquida!

Publicado en La Nueva Crónica, 16 abril 2017

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