Blog de Ignacio Fernández

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domingo, 6 de agosto de 2017

Sandalias

     Se llevan las sandalias. Al menos eso cuentan los innovadores del running, esa actividad que los más viejos del lugar conocíamos simplemente como correr o echar carreras. Ya no se trata de calzarse unas horrorosas zapatillas de último grito. Al contrario, lo último de verdad es la sandalia o incluso el pie descalzo. Con tatuaje, por supuesto.

     Generalizada, pues, la tonta costumbre de correr gracias a las campañas que predican la salud o la solidaridad, según casos, la industria de sus complementos crece sin límites y se supera a sí misma. Cuando ya nos habíamos vestido de todos los colores y con todos los materiales aerodinámicos inventados hasta la fecha, resulta que el modelo lo marcan de nuevo los antiguos griegos olímpicos, que se lo hacían semidesnudos, o el gran Abebe Bikila, que corrió descalzo y ganó la maratón de los Juegos de Roma en 1960. Es como si nos convirtieran en veganos del atletismo.

     Confiesan los minimalistas del calzado que de este modo la pisada es más natural, favorece un mayor contacto con el pavimento y ofrece más información sobre la carrera. Todo un manifiesto a favor del descalcismo, que no pasa desapercibido sin embargo a la industria que surte a corretones y corretonas, eso que hoy llaman runners. Basta una ojeada turbia y digital a las páginas que se dedican a ello para reconocer la magnitud del negocio y su capacidad para generarnos tendencias prescindibles. Superada al parecer la línea fluorescente y chillona, nos abruma ahora el catálogo de la desnudez bien arropada.

     En suma, lo que importa es correr aunque no se sepa hacia dónde. Hacerlo por nuestra salud mortal o para ser cómplices con otros padecimientos: ser narcisista a solas o altruista de pose en las más curiosas y diversas convocatorias. Todos y todas con nuestras vistosas camisetas, con nuestra cinta o visera en la cabeza, con las más sofisticadas aplicaciones para contar kilómetros y marcar ritmos, con unas gafas deportivas de lo más chic y ahora, además, con sandalias.

Publicado en La Nueva Crónica, 6 agosto 2017

1 comentario:

  1. Leído y reflexionado. No sé si estoy de acuerdo con todo. De momento voy a echar una carrera (calzada, por supuesto).

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