Después
de años de anorexia, el empleo público trata de volver a su ser y convierte así
en actualidad informativa las concentraciones de aspirantes en los diversos
procesos de selección. Ello vuelve a alimentar también la polémica acerca de
esos métodos a causa de su idoneidad y de sus deficiencias. Todo es opinable,
por supuesto, aunque dudoso sería poner en cuestión las claves imprescindibles
para un resultado digamos que medianamente justo: igualdad, mérito y capacidad.
Escuchábamos
hace unos días todo tipo de sugerencias a propósito de las oposiciones en la
enseñanza. Que si existe o no desequilibrio entre la experiencia y el saber;
que si la antigüedad es un grado o que si la frescura lo es más todavía; que si
se necesita una mejor proporción entre el conocimiento y la pedagogía; y así
sucesivamente. Nada satisface del todo ni hay fórmula que sea eficaz sin
contestación. Por eso, quizá, y porque estamos en tiempos de campeonatos de
fútbol me vino a la memoria la propuesta imposible que hace años me hizo un
compañero a propósito de estos sistemas selectivos.
Aclaremos,
para no asustar, que él mismo decía de sí que tenía tres defectos: era gallego,
era biólogo y era interino. Sin entrar en la valoración de esas cualidades, tenía,
a mi modo de ver, al menos otras tantas virtudes, de ahí que merezca la pena
tomar en consideración su sugerencia. No era otra que hacer jugar al fútbol a
todas esas levas de pretendientes porque, según él, no había otra disciplina
que pudiera mostrar de forma más evidente cómo se comportan las personas en una
tarea de equipo como es, presuntamente, la de enseñar. En fin, doctores y
doctoras hay para valorarlo, pero debo reconocer que, contemplando el actual
Mundial de Rusia, razón no le faltaba. Trasladen al aula a toda esa pléyade de
jugadores, con sus peculiaridades, y concluyan cómo actuarían en el rol
docente. Y a la inversa. Posiblemente parece disparatado, pero tal vez un día
podríamos hacer la prueba, por lo menos de forma experimental.
Publicado en La Nueva Crónica, 8 julio 2018
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