Lo
contrario a un barco flotando puede ser una embarcación que naufraga. Hay más
opciones, por supuesto: barcos varados, encallados, hundidos, fantasmas,
fondeados… Incluso cuando se flota no quiere decirse exactamente que se navega:
se puede ir a la deriva, por ejemplo, sin gobierno ni rumbo. Pero el naufragio
es el hecho trágico por antonomasia en esa materia.
El
término naufragio, además de su significado primero y evidente, tiene otros
sentidos que connotan más allá de la catástrofe naval. Una cosa es ser un
náufrago literal y otra serlo sin mojarse lo más mínimo, que es lo más grave y
seguramente ridículo. La noticia más común hoy en día sobre víctimas que
zozobran hacen referencia a pateras, cayucos, almadías y otras balsas
rudimentarias y las protagonizan gentes que, aparte de esa peripecia dramática,
han sufrido otros dolores seguramente indescriptibles. En cambio y por lo que
les va en ello, el naufragio tomado de un modo figurado es el que representan,
entre otros, los gobiernos de la Unión Europea y hundimiento es el estado de
sus políticas migratorias y de asilo. Pero, cuidado, hundidas son también las
nociones de solidaridad, de fraternidad y de humanidad, en cuya inmersión fatal
participamos todos en los términos que corresponde. Porque al cabo ese proceder
ominoso de quienes deberían ser guía ética, donde se incluyen las más altas
cumbres religiosas, engendra maneras de pensar y de vivir que llevan a la ruina
social.
Cuando
el otro, especialmente si es negro y africano, o latino o rohingya o yazidí en
otras latitudes, es el problema quiere decir que ya han triunfado entre
nosotros los ideales inhumanos, aunque no les hayamos concedido el voto de
forma mayoritaria, y que todo derecho que se invoque es papel mojado, un resto
más del naufragio. Van siendo muchos los desechos y el panorama del embarcadero
se acerca temerariamente al dibujo de un auténtico desguace, ese lugar al que
se llevan los navíos viejos o estropeados para hacer chatarra con ellos.
Publicado en La Nueva Crónica, 18 agosto 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario