Blog de Ignacio Fernández

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martes, 18 de febrero de 2014

Ibáñez / Veneno / Suaves


     Hay canciones que se graban en la piel de la vida como un tatuaje indeleble. Allá por la década de los setenta, Paco Ibáñez sumó al catálogo de nuestras señas de identidad un canto de esperanza que ha sujetado a muchos en los momentos más adversos: Palabras para Julia. Fosilizada tal cual en la memoria de aquella generación, sus versiones han permitido, por si necesario fuera, acercarla a nuevos gustos y acomodarla a novedosos arreglos.

     Fue antes que nada un poema escrito por José Agustín Goytisolo, que curiosamente se recogió en libro bastantes años después de haber sido musicado y grabado en disco. Paco Ibáñez lo hizo en 1969, al incluirla en su tercer LP, «Paco Ibáñez 3», donde se trasladó al vinilo un concierto del cantante llevado a cabo en La Sorbona, la universidad emblemática de París, justo un año después de que hubiese sido tomada por los estudiantes en las revueltas de mayo del 68. Así la conocimos, pero sobre todo su eco creció en la reedición dentro del disco del mismo año «Paco Ibáñez en el Olimpia», un doble LP con otro concierto en su interior, que pronto se convirtió en una obra de comunión obligatoria en los años finales de la dictadura y en los primeros de la transición. Todavía el propio Ibáñez le dio otra vuelta más en su disco del año 2002 «Paco Ibáñez canta a José Agustín Goytisolo». Y en la misma línea del original se pueden citar así mismo las adaptaciones de Rosa León y de Mercedes Sosa.

     Veinte años después de aquella primera grabación, fue Kiko Veneno quien le añadió una marcha más, confirmando que las canciones legendarias se acomodan sin estridencias, siempre que haya genio por medio, a otros compases y a otras partituras. Él la incluyó en el disco «El pueblo guapeao» en 1989, una época de bajón dentro de esos dientes de sierra que han caracterizado la carrera de Kiko. No importa, sus constantes ya estaban allí: ese aroma andaluz y rumbero, esa sencillez pop y esas ganas de buena camaradería. Basta anotar en este último sentido las diversas grabaciones que ha merecido el cantable junto a otros nombres del mismo tono; en la versión que os ofrecemos aparecen a su lado, por ejemplo, el genial Raimundo Amador, Muchachito y Peret.

     La última estación de este cantable eterno la protagonizaron Los Suaves en el año 2000. Ellos se encargaron de añadirle todavía otra marcha y de hacerla brillar como un clásico del metal. Fue en el disco «Víspera de todos los santos», que luego repetiría el año pasado con motivo de la «Gira de los mil conciertos» (recogida en CD y en DVD). No será muy posiblemente el episodio final de esta historia. Otros vendrán que habrán de reproducir en sí mismos las mismas emociones que generación tras generación y versión tras versión se han sucedido. Mientras tanto, para saber más, merece la pena revisar el siguiente documental de TVE: http://www.rtve.es/television/20111017/palabras-para-julia-ja-goytisolo-mitad-invisible/468957.shtml



Publicado en genetikarockradio.com, 18 febrero 2014

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