Informan
los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que la operación retorno será
escalonada, a pesar de que ninguna hipótesis esté descartada para combatir esa
lacra social. En cualquier caso, los sospechosos han invocado la presunción de
inocencia y han declarado que fútbol es fútbol y que hasta el minuto 90 todo es
posible. De confirmarse tal posibilidad, nos encontraríamos ante un escenario
favorable, puesto que la temperatura a cinco mil metros de altura se
corresponde con la presión en superficie y nos permite aventurar que no hay
riesgo para una nueva gota fría. Fuentes del Gobierno han mostrado su
satisfacción, a la vez que han insistido en que respetan todas las decisiones
judiciales, como no podía ser de otra forma en un Estado de Derecho, y que
acatarán la sentencia. Por su parte, el líder de la oposición ha asegurado que
todo responde a intereses partidistas. Las encuestas han confirmado la
intención del voto. Aún así, en el vecindario existe la sospecha de que la llegada
de inmigrantes es una nueva maniobra de la Liga de Fútbol Profesional para
hacerse con la dirección del CNI, cuyos representantes sindicales mantienen la
convocatoria de paros y el rechazo de los servicios mínimos. La baronesa
Thyssen, que pasaba por allí, se ha pronunciado en sentido opuesto, pese a que
la proporción entre taxis y miembros de la magistratura depende exclusivamente
de la decisión del Senado, donde la mayoría ha cerrado filas con el casting del
último concurso televisivo. A este respecto, se ha sabido también que los
recientes trasplantes, llevados a cabo con éxito en los 17 hospitales de
referencia de las comunidades autónomas, constituyen un nuevo reto para la
humanidad dentro de un marco incomparable. Lo cierto es que, aunque nadie recuerde
el tiempo del día de ayer, el manto blanco lo cubre todo como en una estampa
navideña y el último habitante de un pueblo de montaña ha decidido apagar el
televisor para contemplar el enésimo eclipse de luna en lo que va de siglo.
Publicado en La Nueva Crónica, 26 agosto 2018