Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

domingo, 24 de septiembre de 2023

Tomografía

            Hace una semana la medicina me regaló una tomografía de coherencia óptica. Desde los cuatro años en manos de oculistas, como se decía entonces, y no había tenido tal fortuna. O desgracia, según se mire (nunca mejor dicho). Tuve, sí, la fortuna de ser atendido desde aquel lejano entonces y en diversos episodios, más o menos graves, en la sanidad pública. En lo verdaderamente grave me trató un oftalmólogo a quien recuerdo con profundo respeto y cariño, Fernando Salgado. Hombre inmenso en todos los sentidos, era difícil imaginarlo en el manejo de la cirugía ocular más fina con la que intentó remendar mis retinas y que, llegado el momento, cuando reconoció que el tejido se nos resistía, me envío al Hospital de Cruces, en Bilbao, donde remataron el bordado. También en la sanidad pública vasca.

 

            Mi madre, que en esto de los cuidados era un poco excesiva, quiso contrastar el buen o mal estado final de mis ojos con la opinión de una clínica de prestigio, privada por supuesto: la Clínica Barraquer. Allí fuimos y allí vivimos la humillación mayor que hubiéramos sentido ella y yo en una consulta médica. Sencillamente, ni procedíamos de Arabia Saudí ni éramos famosos tipo Montserrat Caballé, a quien lucen todavía en una de sus webs, es decir, no contribuíamos al brillo público del negocio, éramos de León. Fuimos simples clientes y punto. A buen precio. Con un diagnóstico para el que no hacía falta alforjas. Al menos, eso sí, nos paseamos por Barcelona.

 

            Desconozco el precio de una tomografía y la de otros instrumentos, casi siempre luminosos, que conviven regularmente con mis ojos turbios. No sé el precio de las lentes que llevo implantadas ni el valor de las numerosas horas dedicadas a mi artesanía visual. Sé que se paga con impuestos y que se lo debo al sistema público de salud en la vertiente territorial que sea, federal muy pronto con toda probabilidad. Y sé que de otro modo ni yo ni muchísimas otras personas, la inmensa mayoría, podríamos haber soportado ni soportar ese gasto.

 

Publicado en La Nueva Crónica, 24 septiembre 2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario