Con
motivo del Día de la Mujer, la concejala de ello ha decidido honrar a su género
y promover unos simpáticos talleres. Invoca ella la tan necesaria “igualdad de trato y oportunidades en todos los ámbitos
de la vida” y selecciona tres de éstos para abordar tan nobles objetivos: la
defensa personal femenina, la iniciación a la informática y la prevención y
seguridad en Internet. Unos asuntos apasionantes, sin duda, aunque situados en
las antípodas de la razón de ser que anima esta jornada reivindicativa y que
tornan a abundar en una visión paternal y protectora más que en la aspiración
de un justo emponderamiento de las mujeres. Y no es que a la concejala de ello
le falten referencias al respecto: ahí tiene a sus compañeras de militancia
Sáenz, Mato, Báñez, Pastor, Cospedal, Aguirre, Carrasco y otras con notable
participación en ámbitos de decisión laboral, política y social. Lo cual no
obsta para que alguna de ellas luzca peineta y mantilla en las procesiones
toledanas, que ésa es otra materia que también podría dar bastante de sí en
talleres concejiles. No, lo que ocurre es que, tal y como también glosábamos
hace quince días a propósito del concejal de ello, algunos de nuestros ediles
confunden la modernidad con la caspa y la tecnología con el aparente progreso.
Si a éste la poesía le parecía obsoleta, para aquélla el 8 de marzo es poco
menos que la consagración de la debilidad como santo y seña de lo femenino. No
de otro modo se pueden entender la vulnerabilidad que aconseja la defensa
(“junto con menores y personas mayores”, según argumenta el programa) o lo que
llama “brecha digital de género” que se quiere sellar de forma tan simple. En
fin, ningún taller sobra en pos de la igualdad, en particular uno de primeras
habilidades destinado a concejalas de ello, pero lo que se les reclama a estas
alturas de la historia es que actúen con sensatez y que al menos no se tomen la
fecha en vano.
Publicado en La Crónica de León, 8 marzo 2013
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