La
eterna duda sobre la primogenitura mantenida entre el huevo y la gallina tiene
también sus caminos inescrutables. Sin ir más lejos, los de la propia música y
sus vicios recreativos. No sólo llegamos a conocer canciones a través de
segundas instancias, sino que en ocasiones consiguen superar a las primeras y
hay titubeos sobre a quién atribuir la autoría original o si estamos ante
piezas independientes.
Por
ejemplo, para una gran parte de la audiencia española, de formación más bien
básica y cultura musical limitada, El hombre del piano es un cantable atribuido a Ana
Belén, mientras que Billy Joel, su autor primero, resulta un auténtico
desconocido. Y no es el único caso en esta señora: Sólo le pido a
Dios fue firmada y
cantada por el argentino León Gieco y ¿Qué será?, por el brasileño Chico Buarque,
sin abundar más en el catálogo. Otro tanto ocurre con Sabina y Enrique Urquijo:
¿quién compuso Ojos de gata? ¿Es el mismo tema el de uno y el del otro al lado de Los
Secretos? Evidentemente no, pero sí. Y si nos detenemos a escuchar Lo
eres todo para mí,
¿sabríamos reconocer que después de la versión de Luz Casal se produjo la
grabación seminal de sus creadoras, Vainica Doble, en compañía nada menos que
de Alejandro Sanz? En fin, ni quitamos ni ponemos reyes. El gusto del oyente
sabrá discernir, seleccionar y paladear como mejor estime, pero bueno es
conocer los meandros por los que se anda a veces el río de la composición.
Y,
de paso, nos permitimos volver a honrar al bueno de Joe Cocker tomando como
excusa el asunto que nos ocupa. Whith a little help from my friends, escrita por el eterno dúo Lennon
y McCartney, vio la luz por vez primera con el sello de los Beatles en junio de
1967. Poco más de un año después, octubre del 68, la reescribió para sí Cocker
y la lanzó definitivamente al mundo en agosto del 69, cuando la interpretó en
el Festival de Woodstock. Como hemos dicho, una no quita a la otra ni
viceversa, pero quién puede negar que su difusión y repercusión, incluso su
permanencia, tienen más que ver con los hallazgos sonoros del solista que con
la beatlemanía. Tanto que bien puede considerarse, sin atentar contra nada
sagrado (que no están los tiempos buenos para eso), que sus vidas e historias
han sido independientes sin necesidad alguna de plebiscitos. Claro que entre la
voz de Ringo y la de Joe la elección sí que no plantea duda alguna.
El
caso es que queríamos volver sobre la figura de Cocker, a quien se ha dedicado
todo tipo de panegíricos con motivo de su fallecimiento el mes pasado. En
ellos, también esta página, se eligió como complemento sobre todo la citada
aparición en Woodstock, joven él y sobrado, con la guitarra e incluso con el
piano al aire, tal y como muchos después hemos imitado. Pues bien, lo que traemos
aquí hoy es al interprete avejentado, necesitado de coros supletorios, ya en la
recta final de su vida, tan incansable como sudoroso, con aspecto de ir
cerrando el negocio, genio y figura casi hasta la sepultura. También ese lado
terminal nos merece la pena.
THE
BEATLES: https://www.youtube.com/watch?v=VRjJ_dSmKfA
JOE
COCKER: https://www.youtube.com/watch?v=6yPGbJKNxy0
Publicado en genetikarockradio.com, 20 enero 2015
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