En
el catálogo de las nostalgias de la música española figuran dos nombres
insignes: Enrique Urquijo y Antonio Vega. Uno y otro fueron muy amigos de jugar
a las versiones, el primero junto al grupo Los Problemas y el segundo con todo
lo que le pusieron a tiro. Desaparecidos ambos, Pereza se unió al triángulo con
una canción compartida por todos: Agárrate fuerte a mí, María.
Lo
mismo que Julia Goytisolo recibió el regaló envenenado de su padre Agustín en
forma de poema y más tarde canción, Palabras para Julia (en esta misma ventana la hemos
visitado), María Urquijo, la hija de Enrique, cargará siempre sobre sus
espaldas con este cantable desesperado. No debe ser fácil, no lo fue para la
primera, a pesar de que se trataba de un texto de invitación a la vida y a la
esperanza; la segunda, en cambio, no podrá evitar, sin culpa alguna por
supuesto, el drama de no haber agarrado lo suficientemente fuerte al padre y al
cantante que se le iba, que nos iba. De hecho, llevaba yéndose ya desde el
principio. Hubo como una especie de maldición venida no se sabe de dónde que
infectó la vida de Los Secretos: primero fue Canito, su batería, y luego Pedro
Díaz, su sustituto. Lo de Enrique, muerto en situación lamentable en 1999, fue el
remate. “Llevadme a la clínica, que me doy miedo”, le dijo a su hermano, en un
anuncio mucho más prosaico que la letra de …María, pero al fin y al cabo dos
declaraciones con el mismo sentido trágico.
En
2000 apareció el disco «A tu lado», con 17 canciones de Los Secretos en otras
tantos arreglos y voces, entre ellas la de Antonio Vega. Cuentan que la grabó
de un tirón, tal y como solía consumir la vida, lo que no impidió que el
resultado fuese un auténtico ejercicio de maestría y de sensibilidad. Como Enrique,
también Antonio parecía un músico maldito en progresivo deterioro.
Precisamente, las versiones le ayudaron a completar su carrera en solitario de
tal modo que fueron recogidas en un disco exclusivo en 2004, «Escapadas». En
él, junto a …María, otra versión magnífica y recomendable, la que hizo de Romance
de Curro el Palmo,
de Joan Manuel Serrat. Y, curiosamente, el propio Antonio fue materia para otro
disco de versiones, «Ese chico triste y solitario», en este caso con
recreaciones de su repertorio.
Por
fin el tercer lado del triángulo, más cateto que hipotenusa, la verdad, lo
ocupan Rubén y Leiva, es decir, Pereza. Su versión de …María no aporta nada nuevo, más bien es
fea, pero se inserta en la serie de los que pretenden malditismos y por eso la
traemos aquí. También para destacar que hay meteduras de pata supremas, y ésta
es una de ellas. Ni el dúo necesitaba meterse en estos líos ni estamos ante una
aportación a la historia, salvo si de gatillazos hablamos. Pero es bueno saber
que aquellos chicos, los Urquijo, que fueron tratados de babosos en sus
primeros años, conquistaron con el tiempo otro público y otras devociones.
También sus letras se habían hecho agrias, como agrio es al final nuestro
recuerdo.
ENRIQUE URQUIJO: https://www.youtube.com/watch?v=Rlyok6CJES8
ANTONIO VEGA: https://www.youtube.com/watch?v=s-f2yMjR2ps
Publicado en genetikarockradio.com, 16 abril 2014
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