Decíamos
en el capítulo anterior que los tributos a mayor gloria de alguien son mucho
más que un producto comercial cuando el sustrato tiene calidad y además es
superior, por lo general, al nuevo invento. Lo cual no lo empaña,
evidentemente, porque tampoco son arribistas aquellos que se meten en el
empeño. Así lo vimos con la obra de Lennon, revisitada por Amnistía
Internacional, y así lo vemos ahora con la de Leonard Cohen.
«Leonard
Cohen: I’m your man» es tanto el título de una película como el del disco que
recoge su banda sonora. Al cabo la misma cosa. El documental, dirigido por Lian
Lunson en 2006, recorre la vida y obra del cantante canadiense, tomando como
excusa el concierto que tuvo lugar un año antes en la Opera House de Sydney.
Naturalmente, el disco doble recoge la banda sonora de ese concierto, donde
aparecen, interpretando de forma más que espléndida canciones de Cohen, Rufus y
Martha Wainwright, Jervis Cocker y Beth Orton entre otros. Se cierran disco y
película con una aparición al alimón de Leonard y U2 entonando Tower of
song.
Pues
bien, uno de los cantables que aparece en versión personal e intransferible,
como todas, es I’m your man, canción y álbum que el artista lanzó en 1988, el noveno de
su carrera y quizá el que tenga mayor acento pop de toda ella. Cohen venía de
lejos, de los años cincuenta como poeta y de los sesenta como cantautor, con un
estilo inconfundible en la fusión de letra y música y en el tono eternamente
lánguido. De hecho, ni siquiera la presencia de sintetizadores en el disco que
nos ocupa conseguía apagar esa quejosa melancolía tan suya. Tanto es así que
para algunos el valor de su obra, reconocida incluso con el Premio Príncipe de
Asturias, se apaga con la monotonía de sus interpretaciones y agradecen que
cobren nueva vida en otras voces y estilos. No es nuestro caso, pero también
disfrutamos de las variantes en toda su extensión.
Y
es aquí donde aparece Nick Cave. Este australiano, músico, escritor y actor,
participa también de la cualidad de lo oscuro, aunque sus poses han sido
siempre mucho más desafiante, ya fuese con sus grupos, ya fuese en solitario. A
nadie extrañará, pues, que se apuntara al concierto de Sydney y que en él se
marcara una versión mucho más crepuscular y arrastrada de I’m your man. No pierde desde luego ni un
ápice del romanticismo original, pero le añade tensión y cinismo para
contrariar a todos los embebidos en la lírica coheniana. Y, claro, es otra voz,
por más que la suya forme parte también de los acentos graves y opacos.
En
fin, el caso es que la canción sigue viva, muy viva, y sólo hay que
reescucharla en los conciertos que Leonard Cohen ofreció con motivo de su
retorno forzado a los escenarios, de los que da testimonio el disco «Live in
London» en 2009. O, quién sabe, quizá lo hayamos disfrutado en directo gracias
a sus giras por España desde esa misma fecha. Somos de esos y todavía no nos
hemos recuperado de la emoción.
LEONARD
COHEN: https://www.youtube.com/watch?v=bQlR7lUDU9I
NICK
CAVE.: https://www.youtube.com/watch?v=_2jyw2m9zfA
Publicado en genetikarockradio.com, 30 marzo 2015
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