La
velocidad que mueve a la tecnología sólo es comparable con la de algunas
empresas para llegar al estrellato o a la inversa. La que ahora se sitúa en el
ojo del huracán de las guerras comerciales, por ejemplo, apenas era reconocida
hace un decenio cuando, si preguntabas a sabedores de la materia, te hablaban
de ella como un modelo de piratería y espionaje industrial. Así creció por lo
visto, abrigada seguramente por su más que poderoso gobierno, y así ganó
posición y mercado en ese mundo de los teléfonos inteligentes que se acerca
vertiginosamente al 5G, la nueva generación de cacharros. He ahí otra muestra
de velocidad y de medir el tiempo de nuestras vidas: la obligada renovación de
nuestros móviles a medida que se suceden las hornadas o por simple afán
consumista.
Sin
ser lo mismo lo uno que lo otro, verdad es sin embargo que ambas condiciones se
necesitan y se alimentan mutuamente hasta dejarnos inermes frente al
torbellino. Inermes en el más amplio sentido, pues no es solo que nos sintamos
desarmados físicamente ante la marabunta, sino que también en lo moral nos
descubrimos más que indefensos. O entregados cándidamente en muchos casos, con
la privacidad o su aniquilación como el más grave de todos. Porque no sólo se
trata, con el 5G, de impulsar mejores conexiones con mayores capacidades de uso
digamos general, sino que ensanchará aún más los campos para el control y la
vigilancia digamos que particular. De ahí que las guerras sean algo más que
comerciales.
En
fin, no es cuestión de resucitar el modelo góndola
para nuestras comunicaciones, que supuso de hecho una auténtica revolución en
el mundo de los teléfonos clásicos, pero algo conviene hacer al respecto. No
toda la tecnología es digerible o soportable. Ni útil casi, salvo en términos
de beneficio empresarial o gubernativo. Lo cual que volvemos sobre la empresa
de marras o sobre cualquier otra, sobre el gobierno que la ampara o sobre
cualquier otro, donde se sitúa en realidad el verdadero quid de la cuestión.
Publicado en La Nueva Crónica, 9 junio 2019
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