En
fechas de ferias que difieren la celebración del libro hasta acomodarla por acá
y por allá en días presuntamente más cálidos, dos ejemplares me llegan que no
me resisto a comentar. Porque merecen la pena, indudablemente, pues de otro
modo me ahorraría la crónica, y porque sus autores comparten orígenes que
conviene reivindicar.
De
un lado, Lobos, firmado por Mario
Sáenz de Buruaga, y, de otro, Índice de
índices, de la mano de Hilario Franco Bastelo. Biólogo el uno y profeta el
otro. Al alcance está el primer texto y no venal es el segundo, al menos hasta
dentro de un año, como quiere su autor. Gustará el primero sobre todo por su
despliegue fotográfico e interesará a especialistas más que al público común.
Arrebatará el segundo por contenido y forma y nos dejará, vulgares mortales,
empequeñecidos por la sabiduría que desvela.
Contaré
que ambos dos, Hilario y Mario, habitan en las semillas originales de la
universidad leonesa, donde estudiaron, vivieron con intensidad y contribuyeron
decisivamente en sus primeros pasos. Como otros más, que también publican
libros, que esparcen saberes o que llegan a presidir gobiernos, aunque no todos
arriesgaran el tipo entonces del mismo modo. Porque el alumnado de aquellos
años se aventuró así mismo en la construcción y posterior destino de la
entidad. No sólo fue cosa de presidentes de cajas de ahorros, catedráticos de
viejo cuño o inquilinos de los extintos colegios universitarios. Extraña por
ello, o quizá no si se tiene en cuenta su condición profundamente estamental,
que en cada celebración, en cada aniversario en la universidad se ignore de
forma sistemática a quienes en ella estudiaron y en ella se comprometieron.
No
perdieron el pulso, como se ve, por semejantes cuitas, y de vez en cuando nos
vuelven en forma de libros u otros productos herederos tanto de aquellos
estudios como de sus circunstancias. ¿Cuándo lo reconocerá como merece la
Universidad de León? ¿Cuándo se podrá escribir el libro definitivo de esa
historia?
Publicado en La Nueva Crónica, 2 junio 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario