Presumo
bronca y entono el canto: “Bronca cuando
ríen satisfechos / al haber comprado sus derechos”. Dudo de que pueda ser de
otro modo, así en los hemiciclos como en el más acá humano. Dudo de que el
matonismo produzca otros efectos. Dudo de que sea cierto. Entonces presumo
bronca y entono el canto: “Bronca cuando a plena luz del día / sacan a pasear
su hipocresía”. Siento que la retahíla de lugares comunes no puede animar nada
más que vacío: lacra, hoja de ruta, consenso, línea roja, gobiernos de la
libertad… Siento las patadas y los golpes en el Parlamento y dudo de juramentos
y promesas alambicadas. Así que presumo bronca y entono el canto: “Bronca que
se puede recitar / para los que toman lo que es nuestro / con el guante de disimular”.
Son temores que no tienen que ser compartidos, naturalmente, pero presumo
bronca con sólo leer unos tuits y
otros retuits, con prestar atención a
lo que se escucha y a lo que no se dice, con observar ademanes y ornamentos. De
manera que sospecho bronca y entono el canto: “Bronca porque / no se paga
fianza / si nos encarcelan la esperanza”. Alboroto y guirigay en las tribunas,
ambiente tertuliano y aires ásperos, un clima tóxico que todo lo envuelve y
oscurece, esta insoportable pesadez del no ser que nos convierte en víctimas
del malestar. Por eso advierto bronca y entono el canto: “Los que mandan tienen
este mundo / repodrido y dividido en dos, / culpa de su afán de conquistarse /
por la fuerza o por la explotación”. Enredos de comercio y de fronteras como
excusas para perpetuarse en el poder, componendas y deserciones entre
contrarios y supuestos aliados, ansiedad, nervios, infantilismo, Salvini. Me
doy cuenta de la bronca y entono el canto: “No puedo ver tanto desastre
organizado / sin responder con voz ronca / de bronca, de bronca”. Así es esta
edad, este paisaje, esta condena, este telediario, este ayuntamiento, esta
sucesión de urnas hasta el juicio final: “Bronca que también es esperanza. /
Marcha de la bronca y de la fe”.
Publicado en La Nueva Crónica, 16 junio 2019
Magnifico!
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