Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

domingo, 19 de abril de 2020

Calles


            Cuando Pablo Milanés cantaba “yo pisaré las calles nuevamente…” no pensaba en nosotros. Tampoco lo hacían Los Cardiacos cuando aconsejaban “vivid en la calle, no paréis en casa…”. Y mucho menos tenía en cuenta este presente GabrielCelaya al escribir “¡a la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo…”. Ni somos el Chile del 73 ni estamos en la España del 55 o de los 80.

            Sin embargo, a pesar de que el siglo XX nos parece situado ahora a años luz de nuestra existencia enferma, cómo no repetir en silencio versos como estos u otros de parecido signo que hacen de la calle uno de sus ejes centrales. Esas mismas calles a las que miramos con ansiedad, cuya recuperación imprecisa las ha convertido en una especie de inalcanzable paraíso cercano. Volver a tomar la calle es hoy tanto un deseo como una necesidad básica que nos unen casi por igual a todos los confinados. Y ése, como la superación de la adversidad, es un objetivo compartido -¡quién lo diría!- por millones de personas en todo el mundo. Como si la humanidad hubiera encontrado en ello un insospechado lazo umbilical.

            Sucederá, por supuesto, y pisaremos las calles y viviremos en ellas y lo haremos a cuerpo, tal y como nos enseña la poesía. Pero también esa misma poesía habrá de guiarnos en esos nuevos tiempos de la recuperación de espacios públicos para hacer de ellos unos lugares más amables de lo que fueron, mucho menos agresivos y, desde luego, consonantes con otros modos de habitarlos. Mirar las calles hoy desde nuestras ventanas es mirar también un nuevo urbanismo más humano y acogedor, mucho menos desabrido y antisocial, que nos permita conversar no de ventana a  ventana, sino a la sombra de los tilos.

            Ese será el momento en que cantaremos juntos al lado de Pablo Guerrero: “a tapar la calle, que no pase nadie que viva de alguien con cara de loro, que vaya montado sobre el as de oros (…) a abrir la calle, que pase la gente que viste de flores, que bebe aguardiente, que va hablando sola y pinta en las paredes”.

Publicado en La Nueva Crónica, 19 abril 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario