Es
lo que tiene ser dioses, que los simples mortales, al menos desde los tiempos
de Prometeo, queremos alcanzar su divinidad como sea. En el caso de los Stones,
moradores indiscutibles del Olimpo musical, no es raro que así suceda. De
hecho, ya hemos visitado en otras ocasiones parte del catálogo de recreadores
que han tenido. Así que es inevitable regresar a ellos una vez más.
“Son
las mujeres de cabaret. / Dame, dame, dame el blues del cabaret”. Ése, más o menos,
era el estribillo pegajoso de Honky tonk women, la canción que los Rolling
Stones grabaron en 1969, tan pegajoso al menos como el baile de esas señoras
que inspiraron a Jagger y a Richards cuando su pusieron a componerla en una
excursión por Brasil. Cuarenta y cinco años después, que se dice pronto, sigue
sonando fresca, porque ése es el misterio precisamente de quienes alcanzan la
condición de dioses, son imperecederos en verdad, y sus obras viven de
generación en generación como si nada las erosionase. Poco importa al cabo que
lo divino habite en los cielos o en los infiernos. En este caso, nos hallamos
evidentemente ante satánicas divinidades.
Tina
Turner también habitó en los infiernos durante una parte de su vida, y tuvo en
su marido, Ike Turner, el ángel y el demonio que, además de maltratarla, la
modeló en buena medida y que en algún sentido hizo de ella otra honky tonk
woman. No es extraño, pues, que de
inmediato se apropiaran de la canción de los Stones y construyeran una versión
mucho más rítmica, más ennegrecida, aunque por aquellos tiempos la pareja ya
estuviera instalada en el firmamento musical. Es decir, no había afán de
superación, no lo necesitaban, sino de adueñamiento decidido de un modelo que
se encarnaba a la perfección en las maneras de Tina.
Pero
Honky tonk women
había sido concebida en origen como una especie de country acústico, a pesar de
que sus creadores y recreadores la hubiesen llevado a la postre hacia otros
cánones más próximos al rock. Hizo falta que apareciera la figura poderosa de
Gram Parsons para que todo se recolocase. Es más, Parsons se sitúa en la célula
primera del tema, pues no en balde su amistad con Richards había llevado a que
éste bebiera en más de una ocasión, no sólo literalmente, de los modelos del
country. De ahí que la grabación que hiciera el artista estadounidense sea tal
vez más original que la original propiamente dicha. Son cosas del fluir de la
música y de los músicos, es el laberinto de la creación. Hay ocasiones en que
no resulta fácil distinguir lo que fue antes, si el dios o la obra.
En
fin, no estamos aquí en el terreno simple de las versiones. Más bien, volviendo
sobre el comienzo de esta reseña, se trataría de auténticas reencarnaciones. La
materia prima es el cantable. Sus intérpretes no dejan de ser meros canales de
transmisión, aunque, eso sí, admirables.
ROLLING
STONES: https://www.youtube.com/watch?v=3-hMQWqVVzw
TINA
TURNER: https://www.youtube.com/watch?v=ZcPEIaGikhQ
GRAM
PARSONS: https://www.youtube.com/watch?v=L3IK2yaXLbw
Publicado en genetikarockradio.com, 28 octubre 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario