Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

domingo, 3 de marzo de 2019

Programas

     ¿En qué debería fijarse cualquier votante que tenga suficiente paciencia para estudiar los programas electorales? ¿A qué ideas habría de prestar especial atención? ¿Qué claves deben perseguirse en la escritura, en la imagen, en los eslóganes, en los debates y en los mítines electorales para extraer alguna certeza sobre el valor de nuestro voto? No es fácil responder a todas estas cuestiones, sobre todo cuando hay desconcierto e indecisión, en lugar de una adhesión previa, a la hora de resolver nuestras dudas y decantarnos por una opción política. Señalaré, si se me permite, las cuatro grandes amenazas para el porvenir local y general a las que cualquier programa político tendría que hacer frente. Si se habla de ello en alguno, será una buena noticia. Si no es así, mejor será encaminar el voto hacia otros destinatarios.

     Que nuestros pueblos, nuestras ciudades, nuestros entes territoriales, nuestro país y nuestro enclave internacional tengan un futuro salvaje o dulce dependerá de cómo se afronten la desigualdad, la precariedad, la superficialidad y la privacidad. Éste es el auténtico meollo y no tanto otros elementos secundarios, afectivos o melancólicos hacia los que tratan de movernos y, por tanto, condenarnos. Y no son cuestiones simples. Al contrario: como se dice ahora, son transversales. Porque desigualdad la encontramos en lo económico, en lo sexual, en lo territorial, en lo laboral… Precariedad en lo social, en lo laboral también, en lo sentimental, en lo alimenticio… Superficialidad en las relaciones personales, en la comunicación, en los análisis, en el impulso vital… Y atentados contra la privacidad en el control y la manipulación de los datos personales, en el exhibicionismo y hasta en las cadenas de ADN.

     Hay un quinto jinete del apocalipsis o de la felicidad: la indiferencia. Pero este es un asunto individual que no resuelve la política, y, sin embargo, es previo a todo lo anterior. Si no vencemos ese estado de ánimo extendido, de poco servirá lo demás.

Publicado en La Nueva Crónica, 3 marzo 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario