Año electoral este que
tiende a su fin: 2015, e incluso su preludio, quedará marcado en nuestras
memorias como el año de todas las elecciones decisivas, participemos o no de sus
resultados con jolgorio o consternación. Y en todos esos procesos vividos o por
vivir, siempre, como un estribillo reiterativo, un mismo y tedioso comodín: el
cambio. Pues bien, sobre esta misma carta múltiple, que lo mismo sirve para un
roto que para un descosido, Moderato Cantábile se propone en
este capítulo mejorar en lo posible esa banda sonora electoral, que normalmente
no suele ser muy afortunada, y demostrar de paso que el cancionero sabe también
de estos asuntos y nos los presenta con tonos nada inocentes. Por tanto y para abrir boca, puesto
que de cambios hablamos, ningún otro cantable puede ser más idóneo para nuestra
entrada que el perenne The time the are a changin de Bob
Dylan [https://www.youtube.com/watch?v=abGzxWuLQP8]:
“El orden está / destiñéndose rápidamente. / Y el que ahora es el primero /
será después el último, / porque los tiempos están cambiando”.
Y el caso es que para
observar ese acento político con el que a veces se nutren las canciones no es
necesario ni siquiera remontarse a otros tiempos en apariencia más
comprometidos. No nos hace falta retroceder a los primeros tiempos de la
transición para rescatar mensajes, a pesar de que alguna opción política novel
haya optado por revivir en sus mítines (asambleas los llaman ahora) ciertos
himnos gloriosos como el Canto a la libertad de José Antonio
Labordeta [https://www.youtube.com/watch?v=HTykbu6dXhg] o L’estaca de Lluis Llach [https://www.youtube.com/watch?v=vNSKik-Tuv0].
Tampoco se necesita, ni mucho menos, escarbar en la rabia que tiñó años atrás
el repertorio de algunas bandas airadas y contestatarias que no se deben pasar
por alto, con muestras tan sobresalientes como Trabajando para dios de
Def con Dos [https://www.youtube.com/watch?v=CKZb0P5IReI],
Matar
o morir de Decibelios [https://www.youtube.com/watch?v=RuhcpJL6ToM]
o Danza
de los nadie de Hechos contra el decoro [https://www.youtube.com/watch?v=pVgtTNoYsmg].
Todo lo contrario, tan
llena está la olla en estos tiempos desolados que pos sí solos se bastan para
alimentar la inspiración de un puñado de músicos actuales que, seguramente, ni
se han escuchado ni se escucharán en las celebraciones electorales. Sin
embargo, sus relatos responden a un sentir colectivo que con toda probabilidad
está mucho más cerca de la realidad de los votantes que cuantos otros cantos de
sirena se hayan entonado o se entonen por los profesionales del tinglado
político. Merece la pena, pues, escucharlos con atención por si llegamos a tiempo de deshacer algún entuerto
y empujar sin tensión a quienes aún se refugian en el tendido de los indecisos.
Para empezar, el dinero y
sus mercaderes es temática más que preferente a la hora de la inspiración. Así
proceden, sin ningún disimulo, Marlango y Bunbury en Dinero [https://www.youtube.com/watch?v=7XuJbwvCpfc] y Quique González en Dónde está el dinero [https://www.youtube.com/watch?v=vmgZ51fYSok]. Otros prefieren fijar su atención en los
individuos más o menos cínicos que nos gobiernan, en sus miserias o en sus
soberbias, según se mire, tal y como se expresan los andaluces Pony Bravo en El
político neoliberal [https://www.youtube.com/watch?v=-bwHRq62i_Y]
y los gallegos Siniestro Total
en Todopoderoso
[https://www.youtube.com/watch?v=PjkAYnwXtDs]. Por último, un grupo de canciones todavía más
amplio se erige en retratos de conjunto para describir escenas más o menos
generales de las que nadie puede ser ajeno; así ocurre con la más que
estremecedora Golpe maestro de Vetusta Morla [https://www.youtube.com/watch?v=l-RlhNUabZY&list=PLluH4rDv8ueFOb2ia2Eege0OXad7aYKDc&index=10], con la muy emotiva y estimulante La
marcha de la bronca de Rojo Cancionero [https://www.youtube.com/watch?v=t66iFXZjP9Y&index=11&list=PLwTXmGwK6Z1yhGwkLy3cWQByMET462-Rk], con la agitadoramente rebelde Resistencia
de Ska P [https://www.youtube.com/watch?v=axsHy0HJMAU]
y con la más que honesta Vergüenza
torera de Rosendo [https://www.youtube.com/watch?v=tXknadjX-kY].
Ésta es sólo una
colección, incompleta, de canciones importantes que miran, sienten y cuentan la
realidad que hoy las envuelve; que se sostienen sobre textos mucho más dignos
que la ñoñería y el sentimentalismo adolescente con los que se llenan las
radio-fórmulas y otros medios; que demuestran la vitalidad de la palabra en
adecuada armonía con la música; y que nos recuerdan, en fin, aquel viejo poema
de Gabriel Celaya donde se destacaba que “la poesía es un arma cargada de
futuro” [http://www.elcultural.com/noticias/letras/La-poesia-es-un-arma-cargada-de-futuro/1440].
Ni son panfletos ni son cantos épicos sin más. Conviven perfectamente con otras
inquietudes y otras maneras de ver el mundo. Simplemente no son canciones
ciegas ni desarraigadas. Y, claro, casan mal, muy mal, con los himnos y
fanfarrias de los actos electorales, con sus doctrinas tópicas y con sus
protagonistas planos las más de las veces. Son un cancionero-guía para votantes
espesos o para ciudadanas y ciudadanos despistados en un contexto más que
adverso.
Y como quiera que la
política debe ser mirada también con optimismo, precisamente para conseguir
transformarla, hemos guardado para el cierre dos detalles cargados de encanto y
de resonancias esperanzadoras, dos piezas imprescindibles que descubren actitud
y confianza admirables. La francesa Zaz canta en Je veux https://www.youtube.com/watch?v=eMo2p70b4KA
algo más que un programa electoral: “Quiero
amor, felicidad, buen humor, / no es vuestro dinero el que me hará feliz. / Yo
lo que quiero es morir con el corazón en la mano”. Y Pedro Pastor, que visitó
en febrero el Albéitar ante un dolorosamente escaso público, remata la faena
con todo un disco tan fresco como entrañable titulado La vida plena, de donde procede destacar en este caso la
canción que lleva por nombre Viva la libertad [https://www.youtube.com/watch?v=HK9q5-939k4].
Como se ve y se escucha, hay partido.
Publicado en Saba 17, noviembre 2015
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